We argued last week over having a client here at our condo. My argument was that since we are vaccinated, at least with the first of the two shots (two of the three of us are fully vaccinated) the danger is pretty much past for us. E. argued that there was no sense in exposing ourselves to an unnecessary danger, especially when we are close to having full immunity. There is no "right" or "wrong" response to this. Los Angeles is down to 5 out of 100,000 having the bug, from over 150 a few months ago. So there is objectively less danger, but still some. Besides, who wants to be the last one Hospitalized for this ? Not me ! Los Angeles at one time had an aggressive anti-vax Face Book group, but when the LAPD finally put their foot down and said they were going to begin arresting protesters, the fun went out of being obnoxious, and the protests have apparently stopped. All in all, we are less vigilant than we were a month or two ago. I'm going to have lunch in a real restaurant tomorrow with my buddy out in Valencia. But still wary. We will eat outside on a patio, even though both of us are fully vaccinated. I wear a mask while putting gas in the car at Costco (and of course while shopping inside). At work, all our documents are sent by e-mail, no hard copies anymore, unless there are a lot of tabs. We are thinking about a trip overnight to Palm Springs -- first time in a hotel since last summer's trip to Yosemite. Big improvement in our ability to get out of the condo. And a very welcome relief !
April 27, 2021
No salgo ni a ver el correo. La aventura diaria se reduce a sacar la basura, esporádicos viajes a la farmacia para recibir mis pastillas, algún trámite alimentario. Casi todo el tiempo leo, trabajo, juego con mi hijo o escribo, generalmente atendiendo a compromisos que me mantienen en un estado de suspensión de la realidad, esta realidad de encierro en la cual han zozobrado todos, en mayor o menor medida. Las mañanas son lo mismo que las tardes, y las noches lo mismo que cualquier espera: todo se diluye en el tiempo que pasa a escondidas y se detiene cuando quiere, alimentando la desesperación. En todo caso, es más una urgencia, la urgencia de nada, de que el tiempo pase para que sea mañana, para continuar con la misma sensación al día siguiente, ya sin la esperanza de que desaparezca el ansia. Porque esto ha durado tanto, que parece permanente. Algo de normalidad -achacada a partir del hábito que todos rompen con alegría- se ha anclado a la sensación de amargura con que caminamos de lado a lado en los pasillos de la casa, esperando que se caigan los minutos, y con ellos los días. No hace falta hablar del peligro concreto, porque la pura eventualidad, atada a la incertidumbre como el dogal al condenado, basta para que nos consumamos, para que me consuma en el sinfín de la mente acorralada, esa vorágine terrible del pensamiento circular, obsesivo de creer que uno es el próximo, sin importar cuánto creamos y queramos que esto acabe algún día. Cada día camino de la cama al escritorio, de ahí al comedor y después a la cama, con intermedios en la ducha y el living. En suma, me he convertido en una rata que se acostumbró vivir en una jaula sin, sin más lugar para moverme que para acomodar la locura
January 29, 2021