[TW: Mención a drogas, ansiedad, muerte.] He estado con un pésimo humor éstas últimas semanas: profundamente triste, desanimada, vacía y gruñona. Y es que volvieron las migrañas, mis desórdenes hormonales me hacen irritable y voluble, no he estado durmiendo bien y mi sistema digestivo me da guerra. Además, he estado sufriendo la profunda necesidad, los "cravings", por las drogas que solía consumir. Es una sensación insoportable por momentos: un ardor interno que te quema la sangre y te hace perder los estribos. Como si todo eso no fuera ya un cóctel explosivo, debo agregarle el estar distanciada de mi pareja y un nuevo problema de salud. Escribir todo esto y reconocerlo es difícil. Me hace sentirme y pensarme débil, y he crecido en un ambiente en el que la debilidad no es algo tolerable. Sé, racionalmente, que no hay nada "malo" en mí por estar enferma o por extrañar a alguien intensamente, como extraño a E. Sin embargo, mi parte adoctrinada por mi crianza me dice que soy una vergüenza, que me he refugiado en sustancias y personas para sobrellevar mis traumas, lo que es patético y estúpido. Todo el tiempo tengo que conciliar estas dos partes para seguir adelante y mejorar mi relación conmigo misma. Sin drogas y sin dependencias a personas, obviamente. Pero es muchísimo mas sencillo escribir sobre eso que hacerlo. Sé, que en un contexto diferente, sin la nueva ola de contagios, me sentiría más cómoda. Sería un pensamiento negativo menos y tendría una rutina más sana, con más tiempo fuera de casa. Espero que pronto pueda volver a clases presenciales. Dios sabe que hace mucho tiempo no me sentía tan sola y tan triste; el dolor de un corazón roto puede hacer que alguien esté a las puertas de la Eternidad, así como el señor de la pintura de Van Gogh. A veces tengo la certeza de que el sufrimiento emocional, combinado con el dolor físico, van a matarme de un momento a otro. He llegado a soñar con eso. Si hay algo que me tranquiliza estos días es enfocarme en las tareas del hogar y volver a ver películas que me relajan; la practicidad y la previsión son amigas del ansioso y el adicto. También me da un poco de alivio escribir este diario, me hace sentir bien el poder contar las cosas que nunca me permito decir en voz alta porque sé que sería incomprendida.
February 28, 2022
I think the most obvious and impactful restriction so far is the stay at home orders that we faced at the beginning and height of the pandemic, which we are facing again now. Living in NYC, I thrived on the freedom to walk out of my apartment and go do whatever I wanted.... and sometimes that included doing absolutely nothing, just walking aimlessly around my neighborhood or on the high line. The biggest impact of social distancing is not being able to go out and do nothing for fear of the risk that it could lead to potential exposure. Before I moved back into my college dorm, I felt like back in the city everything I was doing had to have a purpose. Every small errand turned into a journey that I would have to plan for hours in advance. At the height of the pandemic planning on my visit to trader joe's took longer than the actual shopping itself. The next big factor is the lack of social contact. Ever since being a child, I have thrived on being in social settings and making people laugh, sharing interesting stories from around the world, and just being able to talk. With social distancing measures in place, I feel as though there is a piece of semi-opaque glass between me and the outside world. While I may still be able to express myself and behave the same way, the message does not hold the same weight as there exists bigger fish to fry. Covid happened to coincide with other big life changes I decided to make and in all honesty, I think I would be a different person sitting here today writing this pandemic journal entry if one of the many moving parts in my life was a few months off schedule. To that point, I know that the part I play in trying to end this pandemic is something I have been taking serious by staying socially distant, constantly wearing masks, and volunteering at a local hospital hit hard by the pandemic, and the rest is not in my hands. At times it is frustrating seeing my sacrifices being pushed under the rug or cancelled out by the ignorance of others.
February 15, 2021