Esta Semana Santa se reactivaron todas las actividades y tradiciones propias de mi país, luego de dos años que estuvieron suspendidas por la pandemia de COVID-19. En la foto se puede observar una alfombra de aserrín que elaboraron mis vecinos por el paso de la procesión de Cristo Rey. Se reactivaron porque se exigió que todos los cargadores y personas vinculadas a las hermandades que organizan y realizan las procesiones tuvieran el esquema completo de vacunación. De hecho, se dio previamente una campaña de vacunación en cada una de las iglesias con imágenes de devoción de las personas católicas. Cada hermandad puso en práctica protocolos de prevención del COVID-19 que incluían alcohol en gel para todos antes de cargar, toallas húmedas desinfectantes y el uso de mascarilla todo el tiempo. Me pareció, además, que mucha gente evitó ir a los cortejos procesionales si eran personas vulnerables. Realmente no hubo aglomeraciones de la magnitud que solían ser antes de la pandemia. Creo que muchas personas siguen cuidándose y tratan de no salir de sus casas a eventos como estos, si no es estrictamente necesario.
April 22, 2022
I feel such an overwhelming sense of hopelessness. At least once a day I think, “I can’t possibly do this another day/week/month/year.” I’m not even sure what “do this” means... but I can’t help but think I’m missing out on the prime of my life and even as hard as I try to do all the things to keep going and take care of my physical/mental health, it feels like a ride a terrifying wave of feelings and emotions each day. I feel like I can accomplish a lot in one day through remote school and work but more and more it feels meaningless. I think I’ll cry the next time I sit in a classroom or I stand in a concert hall if/when it ever happens.
February 16, 2021